Autor: Miguel de Unamuno
Editorial: Catedra
Num. páginas: 136
Los problemas existenciales y religiosos preocuparon gravemente a nuestros escritores de la Generación del 98. De tales inquietudes es buena prueba San Manuel Bueno, mártir, la novela más popular y tal vez la mejor de Unamuno. El contradictorio rector de Salamanca confesó haber puesto en ella todo su sentimiento trágico de la vida cotidiana. Escrita en su madurez, de aquel Unamuno apasionado agitador de conciencias poco queda en este atormentado Manuel Bueno, sacerdote de pueblo que predica a sus feligreses la fe que él ya no tiene. Pero lo hace para ahorrarles su íntima congoja, manteniéndolos en la ilusión de la vida eterna. Porque sólo las religiones consuelan al hombre de haber nacido para morir.
Opinión personal:
Muy buena reflexión de Unamuno sobre la religión y hombres religiosos. Aunque sea demasiado breve, esta triste historia hace pensar, además de ser didáctica. Deja muy claro que Unamuno no solo es un muy buen escritor, sino además un filósofo plasmando que en realidad hay muchísima gente con dudas existenciales y que se remontan a tiempos antiguos, pero no formulan sus preguntas para seguir siendo lo que a la gente le gusta que sea. El autor expresa muy bien su preocupación sobre las crisis de fe. En general la historia es genial y Unamuno escribe maravillosamente, aunque es corto y te puede dejar con ganas de más.Don Manuel, el único sacerdote que me acabó cayendo bien.
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